Los pandas son animales solitarios, un poco antisociales. Sólo buscan compañía en la época de apareamiento, es decir cuando quieren hacer bebés.
Eso es problemático, porque quedan muy poquitos: 300 en cautiverio y apenas 1.600 en libertad. Además, su reproducción es complicada. Las hembras tienen máximo dos crías al año y pocas veces sobreviven ambas. Y a todo esto hay que sumarle que sus hábitats, los bosques de bambú, han sido sistemáticamente deforestados y están seriamente amenazados.
La buena noticia es que China está haciendo esfuerzos desesperados para salvar esta especie emblemática de su extinción. En los últimos 50 años ha designado 40 reservorios para protegerlos, pero además ha creado centros de reproducción asistida y de cría en cautiverio para aumentar la población.
Ahora hay un nuevo plan en el Centro Chengdu en Dujiangyan, provincia de Sichuan: ¡una escuela para enseñar a los pandas a ser salvajes de nuevo!
Sucede que aunque los pandas nacen y crecen en cautiverio el plan último es devolverlos a su hábitat, pero para eso los osos tienen que ser preparados y entrenados, enseñados a defenderse solos, a encontrar alimento y a ser salvajes de nuevo.
El centro contará con dos zonas, una experimental en el que los pandas tendrán contacto frecuente con humanos y dormirán en jaulas, pero tendrán un espacio inmenso para explorar. La segunda zona es más salvaje. Aprenderán a conseguir alimento y a dormir en cuevas. Sin embargo también tendrán esporádica supervisión humana.
Una vez que se sientan cómodos en ambas zonas se habrán graduado para irse a vivir libres en una de las 40 reservas. Este proceso de aclimatación durará un mínimo de 15 años.
Fuentes:
physorg.com/news193553817.html
treehugger.com
Fotos:
bearsoftheworld.net
animalpicturegallery.net